miedo a caer

 

Emprender el camino de la trascendencia parece fácil, tenemos la ilusión que con adoptar un par de actitudes estaremos transitando el camino de la iluminación.

Tenemos la creencia que todo vendrá a nosotros suavemente, que solo encontraremos alegría y diversión; que nuestras heridas, sufrimientos cicatrizarán instantáneamente sin trabajo, dedicación y esfuerzo. Creemos que cerraremos todos nuestros conflictos internos de un plumazo, que la vida de ahí en adelante será color rosa.

Con estas expectativas iniciamos un recorrido que es largo, para toda la vida, pero no tenemos conciencia que tendremos que poner lo mejor de nosotros para trascender.

Son tantas las expectativas, las creencias erróneas que a la primera curva empezamos a marearnos.
El camino de la espiritualidad te lleva directo a depararte contigo mismo. Este encuentro puede ser el mejor o el más asustador de tu vida. Nos encontraremos con nuestros miedos, nuestras heridas, nuestras renuncias, nuestros fantasmas, en suma la mochila emocional y mental que cargamos.

Todo camino espiritual es de autoconocimiento y crecimiento personal, eso significa que nos depararemos con partes nuestras que desconocemos, negamos, o que no nos gustan pero que tendremos que aceptar e integrar en nosotros.

Tu alma será tu guía para superar cada bloqueo que te depares, pero tu mente será tu peor barrera, tratará de llenarte de miedos porque teme a los cambios, te contará historias de terror, te dirá que caerás, que no lo superarás, pero solo tiene miedo de perder su poder sobre ti, ser lo que realmente es, un sirviente que cumple una función, nada más.

La observación profunda de uno mismo en el acto de pensar, sentir, hablar, actuar es parte fundamental del despertar y expansión de la conciencia. Si no te observas no sabrás quien eres, qué quieres, cuál es el sentido de la vida para ti. También tendrás que aceptar que el miedo hace parte de nuestra naturaleza y que igualmente podemos avanzar, paso a paso con coraje. Vamos a sentir miedo de muchas cosas, pero eso no quiere decir necesariamente que nos paralicemos o que huyamos.

Lo que realmente no nos permite avanzar es la resistencia y la no aceptación de quiénes somos, quién es el otro y qué es la realidad de las situaciones que vivimos porque nos dan miedo, lo que nos dificulta hacernos conscientes.

Cuando el chacra de la corona está bloqueado traerá consecuencias a nuestros cuerpos energéticos y se manifestará de varias maneras, sentirás que el bienestar psicofísico parece inalcanzable, nos traerá exceso de materialismo, estrechez mental, rigidez en los sistemas de creencias, dificultad de concentración, dispersión mental, depresión, sensación de desconexión, preocupación, pérdida del sentido de la vida.

Si sientes que pierdes el sentido de la vida, la fe, la esperanza, la confianza en ti mismo, en los otros, en la vida, te sientes bloqueado, busca nuevos caminos, buena compañía y principalmente búscate a ti.

No temas girar hacia dentro, conocerte en profundidad, ese es el comienzo de algo nuevo, algo que te hará transitar por caminos de transcendencia, plenitud, esperanza, bienestar y armonía.

 

 

Paola Ostrowicz Fischman