Hay momentos en la vida que nos encontramos delante de situaciones que nos provocan tensión, estrés, preocupación, confusión, temor, miedo.
Son situaciones que nos llevan a algún lugar que nos sentimos frágiles, vulnerables, eso nos asusta de alguna manera a todos, cada uno lo manifiesta como sabe, como puede, como le enseñaron, como lo entendió y aprendió.
Nuestra mente teme estos momentos, no le gustan los cambios, esto nos puede arrastrar a un paisaje en nuestro camino interior donde las sombras sean más evidentes y la luz más tenue, menos brillante.
Estas situaciones pueden afectar en nuestra vida en diferentes áreas como: profesional, familiar, personal, social, académica.
Podemos depararnos con la enfermedad (del cuerpo, de la mente, del alma) accidentes, conflictos internos, externos de todo tipo y grado de intensidad, hechos dolorosos que provocan traumas, períodos de alta exigencia en nuestra vida y todo tipo de circunstancias adversas.
Todos somos humanos y sujetos a los vaivenes de la vida, de las relaciones, los cambios internos, nadie está inmune de luces y sombras, de altos y bajos, aunque nos cueste aceptarlo.
Cuando nos deparamos con situaciones que no son agradables, que no nos gustan, que nos duelen, la situación en si es lo que nos depara esa experiencia, ese aprendizaje, nuestras actitudes es lo que puede hacer la diferencia de cómo pasar por ese momento.
A veces tenemos dificultades para entender lo que sentimos y pensamos, esa confusión puede provocar que neguemos, o tengamos resistencia a los cambios, a aceptar que no nos encontramos bien, no sabemos expresar lo que nos pasa, nos aislamos, también nos auto engañamos que no pasa nada, nos desconectamos de nosotros mismos para no sentir el dolor de aquello que nos hiere.
El autoengaño es el proceso de negarse a racionalizar la relevancia, significancia, o importancia de evidencia contraria y argumentos lógicos que son opuestos a los propios. El autoengaño implica convencerse a sí mismo de una verdad que no revela un autoconocimiento del engaño.
La negación y la resistencia son las peores trampas que el ego puede montarte para apartarte de un camino de sanación real, duradero. Es la mente y su fábrica de pensamientos negativos, creencias limitantes y miedos que te separan de tu centro, de tu esencia.
Respira profundamente, toma coraje, vence las barreras, los miedos son lo que te separan de lo que quieres, necesitas, mereces si te lo permites.
Las terapias energéticas cuentan con diferentes posibilidades para ayudarte y acompañarte en el momento que decidas que estás preparado para emprender el viaje que te lleve al estado de vitalidad y plenitud que te gustaría y quieres encontrar.
Hoy te regalamos este video para que trabajes tus miedos al cambio y puedas emprender nuevos caminos más sanos y armónicos.
Reconecta con tu centro, ponte en movimiento, escucha tu alma, ella te mostrará caminos de bienestar y armonía para transitar y vivir la experiencia.
Paola Ostrowicz Fischman