ten fe

 

Cuando te desconectas de tu centro, tu mente pasa a dominar, crea estrategias y situaciones para romper ese puente de comunicación interno, como manera de protegerse del sufrimiento, opta por desconectar el sentir, la emoción, el sentimiento por que no sabe qué hacer con ello.

Empezamos a ver todo en pequeñas porciones desintegrado y desconectado de un todo, fuera de contexto, sin globalidad. Todo este despliegue de camuflaje es solo para escondernos de los sentimientos que no consideramos como buenos, que consideramos vergonzosos, que juzgamos, criticamos, construyendo un diálogo interior caótico, generado inseguridades, miedos y rechazo por uno mismo.

La mente pone un sistema de evitación y repetición de pensamientos tóxicos, negativos, como un programa de distracción de lo que sentimos realmente, que nos lleva a la duda, la confusión, haciendo preguntas incesantes, que alimentan otras preguntas que no llevan a ninguna parte, que alimentan nuevamente este ciclo hasta convertirse en una gran maraña de pensamientos reiterativos, evitaciones y repeticiones, cristalizando como creencias limitantes, miedos, culpas, sensación de debilidad, rabia reprimida, depresión, ansiedad, vergüenza, indefensión.

Esa presencia constante que nos acompaña, que nos arrastra, que tratamos desesperadamente hasta el cansancio guardar tan bien pero igual se muestra, irrumpe desde nuestro interior sin conciencia, a su manera, pero no queremos ni escuchar, ni ver porque tenemos miedo al sufrimiento que puede provocar esos sentimientos bloqueados, el sufrimiento que nos provoca sentir nuevamente el pulsar de la vida que se manifiesta como dolor que guardamos hace tiempo.

Este sufrimiento es por el miedo y la inseguridad de lo que puede llegar a pasar, por qué de alguna manera es una experiencia no superada guardada en la memoria, no por lo que pueda pasar realmente en el presente. Son esas memorias, carencias, faltas, traumas, ausencias, abandonos, que sin querer, inconscientemente evocamos y traemos al presente para nuevamente recrearlo, repetirlo.

Romper esa barrera que construimos para protegernos es volver a ser libres interiormente, dejar atrás esa sensación de aislamiento de todo y de todos. Esa comprensión del por qué de ese aislamiento es lo que hace que se empiece a derrumbar.

Es mucho mayor el esfuerzo que se realiza para mantener ese personaje que se construyó para guardar la distancia necesaria de lo que pensamos sobre nosotros y nos hace sufrir.

Pensamos que podemos esconder lo que nos pasa, mantenerlo escondido por miedo a lo que el otro puede pensar, dando por sentado que vamos a ser juzgados, ser criticados, de perder los afectos, de ser rechazado, de ser abandonado si descubren ese secreto.

Esa autoconciencia de nuestras inseguridades y miedos nos dará el coraje que nos impulse a dar el salto para alcanzar lo que queremos, nos va a enseñar a soltar, dejar que se derrumbe lo que nos separa, nos bloquea, entender que ya no lo necesitamos, dejar ir, superar nuestras dificultades, fragilidades y traumas.

El derecho a elegir también es una responsabilidad, ese es el primer miedo que vamos a tener que superar, cuando nos otorguemos el derecho a decidir en libertad, sin presiones, manipulaciones y chantajes, desde el lenguaje del corazón, desde la cooperación, el amor.

Romper el ciclo de sufrimiento es una elección personal, nadie puede hacerlo por nadie más que uno. Cada uno debe accionar su voluntad de esforzarse y trabajar por sí mismo, responsabilizarse, aceptarse.

Es el momento de tomar nuevos rumbos, despojarse de personajes y de máscaras, buscar ayuda y apoyo, elegir por el camino interno del despertar, el renacer y la sanación.

Elige avanzar, elige confiar en tu capacidad de resiliencia, en tu fortaleza interior, en que puedes encontrar nuevamente el camino para transitar por paisajes coloridos de bienestar y armonía.

 

 

Paola Ostrowicz Fischman
Contáctame para consultas, cursos y talleres.
Estaré encantada en atenderte.

 

 

Hoy te regalamos los textos de crecimiento personal y autoconocimiento que fueron publicados en Espacio Somos Armonia y reproducidos en Tiempo Terapéutico en Facebook .

Aprovecha estos contenidos para traer tranquilidad a tu interior, desconectar, relajarte y encontrar tu armonía y bienestar.

Textos de crecimiento personal y autoconocimiento

 

nao sentir dor

 

Lo intentamos todo para no sentir dolor: rechazamos, desconsideramos, fingimos que no pasa nada, postergamos, olvidamos… así vamos debilitándonos. A menudo, dejamos de escuchar por no saber qué hacer. Escuchar el dolor es el primer paso necesario para que preguntemos y encontremos «qué hacer». Escuchar el dolor – el nuestro y del otro – fortalece.

(Evelin Pestana, Casa Aberta – Página, Psicanálise, Arte, Educação).

Todos tenemos el instinto inconsciente de huir del dolor, pero cuando huyes del dolor emocional, de la tortura mental lo sigues llevando dentro, va contigo a donde vayas. No resistas al dolor, escúchalo, entiéndelo, abrázalo, nómbralo, dale voz, cuanto más resistes a escucharte más energía pierdes, más te debilitas.

Busca los caminos de la sanación, encontrarás alivio a tu dolor, cicatrizarán tus heridas, recuperarás la sonrisa, la vitalidad y la plenitud.

Vence las barreras que te aíslan, de ti, del otro, escucha con el corazón y transitarás caminos de bienestar y armonía.

 

Paola Ostrowicz Fischman

 

 

te hablas

 

Para construir y mantener buenas relaciones primero tienes que construir una relación sana contigo. Si la comunicación interna que mantienes es de pensamientos reiterativos que te absorben y te arrastran, te esclavizan, vivirás en una montaña rusa mental y emocional, será difícil bajarte con ella en movimiento.

Los pensamientos reiterativos provocan ansiedad, angustia, miedo, culpa, rabia, ira, envidia, dolor, vergüenza, sufrimiento.
Estos pensamientos se alimentan unos a otros, se fortalecen, giran constantemente ocasionando más dolor, debilitándonos hasta el agotamiento y el padecimiento físico, mental, emocional y espiritual.

Respira, busca entender lo que te pasa, escucha tu alma, acepta el dolor, hazte consciente para poder sanarlo y superarlo.
Vuelve a ti, libérate de las barreras que construiste para protegerte y resistir.

Abre nuevos caminos, busca quien te apoye y transitas caminos de sanación, bienestar y armonía.

Paola Ostrowicz Fischman

 

 

miedo es una muralla

 

El miedo es una gran barrera para reencontrarnos con el bienestar y la armonía por que nos paraliza, nos congela en algún lugar del pasado, nos recuerda nuestras heridas, nos debilita, termina aislándonos, alejándonos de nosotros mismos.

El miedo hace que construyamos murallas para protegernos, nos dificulta comprender las cosas que nos suceden, que sentimos, nos provoca dudas, nos limita.

Cuando una persona está perdida en la duda, no puede creer en soluciones y respuestas, ni siquiera para experimentar con ellas o de tratar de ver si pueden funcionar.

El peor enemigo que puedes tener eres tú mismo, a través de tu mirada, tu forma de pensar, las emociones que generas, con que actitudes reaccionas o accionas, como te comunicas y te relacionas será la realidad que construyas.

El miedo hace que tu energía se bloquee, que pierdas vitalidad, te debilites física, emocional y mentalmente, provocando mucho estrés.

Cuando el mundo a tu alrededor se oscurezca, pierda los colores, la luz deje de brillar dentro tuyo es hora de buscar caminos diferentes que te lleven a transitar caminos de luz, bienestar y armonía.

Paola Ostrowicz Fischman

 

 

preocuparse

 

Cuando el miedo y la inseguridad se apoderan de nuestro diálogo interno sentimos que poco a poco nuestra vida interior se va ensombreciendo, oscureciendo, vamos perdiendo el lenguaje del corazón, vamos entrando en el lenguaje del ego y la mente.

Cuando entramos en el lenguaje del ego todo se empieza a empequeñecer, a faltar, las palabras se tiñen de miedos, resentimientos, competición, sufrimiento, carencias, exigencias, obligaciones, envidias.

Cuando esto pasa empiezan las pre-ocupaciones y dejamos de vivir aquí ahora en la divina presencia.

Cuando los miedos nos ahogan empiezan las dudas, las preocupaciones, los pensamientos y las preguntas reiterativas que nos hunden en este ciclo.

Respira, vuelve a tu corazón, siente el aire entrando y saliendo por tus narinas, eso es aquí y ahora, no donde están tus pensamientos preocupados.

Gira hacia adentro, busca tu centro, elige no preocuparte, elige buscar soluciones con el corazón así estarás generando espacios de paz interior, bienestar y armonía.

Paola Ostrowicz Fischman