todos queremos avanzar

 

Todos queremos avanzar en principio, pero nos cuesta mucho liberarnos de lo que nos pesa, nos identificamos y nos apegamos a nuestros pensamientos, nuestras emociones, heridas, experiencias dolorosas, terminamos apegándonos a nuestro propio dolor, cobijándolo y alimentándolo.

En el momento que hacemos del dolor compañía interior constante, el foco de nuestra atención está ahí, la energía se queda estancada, deja de fluir con la vida, entonces nos bloqueamos, nos desequilibramos y nos debilitamos.

Cuando el dolor lo usamos de armadura para aislarnos, desconectarnos, defendernos, justificarnos, entramos en el territorio del ego, de sus juicios, sus distorsiones, justificativas, temores, resentimientos, dudas, prejuicios y creencias que nos limitan.

Cuando abrimos la puerta a los dominios del ego, entramos en mundos de sombras, soledad interior, incomprensión, carencia, falta de comunicación, aislamiento, falta de motivación, falta de coraje, frustración, culpa, se rompen los puentes de conexión a tu alma, a la vida y a todo.

En esta situación de bloqueo energético creamos resistencia a los cambios por el miedo y apego que ya alimentamos por nuestras heridas y el dolor que provocan.

Cuando llegamos a cierto grado de malestar sin tomar consciencia, negándolo, es difícil que podamos salir de este bucle sin ayuda y apoyo, pero el apego al dolor nos quitó la confianza en nosotros mismos, en nuestras fortalezas, en nuestra capacidad de salir adelante, en aceptarnos, superarnos, aprender, crecer, nos ha quitado nuestra vitalidad.

Si no nos aceptamos será difícil confiar en nosotros mismos y en consecuencia será difícil confiar en el otro, nos sentiremos inseguros, nos mantendremos en alerta, cerrándonos a un contacto fluido, auténtico, empático. De esta manera dejamos de abrirnos a nuevas posibilidades, experiencias, relaciones, nosotros bloqueamos el pulsar de la vida vibrando en nuestro interior.

Cuando nos bloqueamos nos cuesta mucho pedir y aceptar ayuda para salir del estado de malestar que estamos, pero si no damos ese paso adelante no saldremos del lugar, o peor, empeoraremos nuestra situación.

 

herida

 

Las terapias energéticas pueden ayudarte a reencontrarte contigo, a darte la fuerza, la tranquilidad y el equilibrio necesario que necesitas en este momento para abrirte nuevamente a disfrutar de la vida, rehacer puentes de comunicación, superar tus dificultades.
Si queremos avanzar en nuestro camino de crecimiento personal, tendremos que girar hacia nuestro interior, superando las resistencias, los apegos, aceptando lo que nos pasa sin juicios, culpas y reproches, conectando nuevamente al sentir, viviendo la experiencia en el presente.
Si quieres avanzar suelta el equipaje que te pesa y no te sirve más, deja espacio para cosas nuevas, abre tu mirada, respira, toma coraje, da el primer paso así transitarás caminos de bienestar y armonía.

 

el arte de soltar

 

Paola Ostrowicz Fischman
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