recuerda que eres tu quien decide

 

A veces, en algunas situaciones nuestra mente se fija, se ancla en opiniones, creencias, juicios rígidos, que creemos que son únicos, la verdad absoluta, esto hace que perdamos flexibilidad, repitiendo situaciones, actitudes, pensamientos, emociones, generando y alimentan un círculo vicioso de ansiedad, malestar, rabia, ira, tristeza, miedo, frustración que reafirman y justifican esta rigidez mental.

Tener rigidez mental ayuda a que tengamos distorsiones de percepción, que se nos estreche la mirada, que poco a poco dejemos de escuchar el lenguaje del corazón, nos desconectemos de nuestro ser y así nos desconectemos del pulsar de la vida, del otro.

Rigidez mental significa creer que nuestros pensamientos son reales en sí mismos, en vez de entender que son sólo representaciones que nosotros mismos hemos creado a partir de nuestras experiencias, emociones, creencias, pensamientos, percepciones, juicios.

Cuando entramos en este estado de rigidez de la mente significa que la realidad es algo estático para nosotros, algo que no cambia, algo que tenemos que controlar, algo que de alguna manera resistimos, negamos que pueda ser diferente de lo que pensamos. Las situaciones y experiencias que vivimos cuando nos encontramos en este bloqueo mental, las percibimos en blanco o negro, todo lo miramos sin matices, fuera de contexto, para poder seguir resistiendo a los cambios, nos negamos así las posibilidades de transformación, superación, de sanarnos.

La rigidez mental nos lleva a cometer errores y a vivir haciendo esfuerzos sobrehumanos por adaptar, justificar la realidad a nuestras creencias y pensamientos sobre la misma, provocando malestar, estrés, ansiedad, angustia, frustración. En algún momento la ilusión se quiebra y terminamos sufriendo y sintiendo que somos víctimas de la situación, como si alguien tuviera la culpa, sentimos frustración por las expectativas que generamos y que no se ajustan a la realidad que creíamos verdadera.

Cuando nuestra mente pierde flexibilidad y nuestros pensamientos giran reiteradamente sobre las mismas creencias y juicios, nos identificamos con estos pensamientos, nos apegamos, los alimentamos, generando bloqueos y pérdida energética, el malestar nos empieza a acompañar en nuestra jornada diaria.

El pensamiento en sí mismo no es la realidad, sino algo que nos permite entender esta realidad para vivir mejor en ella, una herramienta como otra cualquiera. Si la herramienta no me sirve, está obsoleta, por ejemplo, una creencia que no nos permite ser felices o hacer felices a otros, somos libres en todo momento de cambiarla.

Mantener la rigidez en los pensamientos, creencias y actitudes nos lleva a actuar repetitivamente igual delante de las situaciones, nos dificulta encontrar soluciones creativas, nos hunde en un espiral de resistencia, miedo, actitudes defensivas, frustración, ansiedad, estrés, soledad, nos genera una intolerancia a lo que es diferente, nos transformamos en prisioneros de nuestra rigidez.

 

sentir la vida

 

Si sientes que tu mente ha perdido la flexibilidad, que tus pensamientos y creencias se ha transformado en tu prisión y sufrimiento interior, es momento de que aceptes lo que te pasa, reconectes con tu ser y empieces a escuchar lo que dice tu malestar. Bríndate la posibilidad de cambiar de rumbo, de cambiar de ideas, de abrir tu mente a todas las posibilidades, a aceptar la incertidumbre que implica estar vivo, entender que cada situación puede ser diferente, eres tú que tienes el poder de elegirlo, tú eres quien transitará su camino de sanación.

Aprender a que tu mente sea más flexible, creativa para que pueda encontrar nuevas maneras de vivir las experiencias, para que puedas fluir en otra vibración energética, habitar otro estado de conciencia más sano.

Flexibiliza tu mente, ensancha tus horizontes para que tu mirada pueda ver todas las posibilidades, elegir conscientemente un nuevo camino de transformación, bienestar y armonía.

Paola Ostrowicz Fischman
Contáctame para consultas, cursos y talleres.
Estaré encantada en atenderte y escucharte.
www.somosarmonia.com
Somos Armonía