La coherencia entre lo que pensamos, con lo que decimos, nuestras actitudes, nuestras acciones, el respeto a nuestros valores, tienen que estar alineadas con nuestro ser, sino estaremos generando conflictos en nuestro mundo interior.
Estos conflictos interiores sin resolver despertarán el miedo en todas sus manifestaciones, que se presentará en nuestros paisajes internos, en las situaciones que vivimos, en las relaciones, buscaremos maneras de evadirnos por medio de justificativas, olvidos, suposiciones, negaciones, repeticiones, toda nuestra colección de juegos y manipulaciones que no somos muy conscientes que usamos, postergando indefinidamente una solución que restablezca la armonía, buscaremos atajos que al final nos llevan siempre al mismo lugar.
Cuando no nos sentimos capaces de entender y elaborar un conflicto, o alguna herida que guardamos, que continuamos llevando dentro y nos aferramos a esto, nos provocamos malestar, angustia y una enorme pérdida de energía.
A veces, nos desconectamos para no escuchar ni ver, huimos de los conflictos que vamos generando dentro de nosotros y alimentamos ese sentir, dejamos que siga vibrando dentro de nosotros. El malestar, la angustia se hacen cada vez mayor, hasta transformarse en un gran agujero negro de cosas desconocidas, sin nombre, solo sombras que nos dan miedo, que tratamos desesperadamente de aliviar, entonces volvemos a evadirnos. Lo triste es que el alivio es solo momentáneo, entonces esto se repite una y otra vez hasta que tú decidas dar un alto.
Este bucle de sombras y momentos sombríos nos lleva a que la vida nos pese, nos preocupe, pierda sus colores, debilite nuestra energía, baje nuestra vibración, nos sumerge en estados de poca consciencia y así termina generando un enorme vacío interior lleno de angustia, que nos transforma en su prisionero.
No seas prisionero de tu propia cárcel, acepta, comprende y aprende de las experiencias, observándolas dentro de un contexto, una globalidad, dándole significado, buscando escuchar a tu alma para mantener coherencia interna.
Si decides salir de este ciclo tendrás que usar de tu voluntad y humildad, para cambiar de rumbo y pedir ayuda cuando la necesites. Dar el primer paso, esta vez de manera diferente, depende de ti. Si te propones respetarte, amarte, aceptarte, abrirte a construir nuevas realidades, usando como guía tus valores más profundos para orientarte en tus objetivos, hará que te reencuentres con lo que eres, haciendo de este nuevo camino un lugar de paz interior, sanación, transformación, bienestar y armonía.
Paola Ostrowicz Fischman
Terapeuta energético y vibracional
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