Tomar la decisión de realizar una consulta psicoanalítica, nos produce la sensación de que seremos vigilados, o tenemos miedo de ser juzgados, o simplemente de ser catalogados como enfermos de un trastorno mental.
Estos temores nacen de una sensación persecutoria, cuando avistamos un peligro.
Relatar la propia vida a un profesional, que es una persona desconocida, hace que nos sintamos con la vida al descubierto y vaya a saber, que errores enormes hemos cometido. Esto no es así, ya que cada uno de nosotros ha hecho lo que ha podido; lo que iremos a descubrir es como ha sucedido así, como hay determinados ritmos subjetivos que se repiten e invariablemente es mas fácil que un interlocutor profesional lo vaya descubriendo con nosotros.
Mucho material escapa a nuestros ojos, por más atentos que estemos, ya que corresponden a material inconsciente. Esto no es ningún crimen ni merece tenerle tanto miedo, es así para todos nosotros.
La cura psicoanalítica, es enriquecedora y acorta los tiempos de sufrimiento. Nos permite ser sujetos, en la medida de lo humanamente posible, y sin juzgarnos duramente, ir atrás de nuestros propios deseos. Un interlocutor al cual estamos unidos en transferencia, se unirá a nosotros para acompañarnos en estas bellas jornadas.
Alicia Kostenbaum Psicoterapeuta
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