Cuando no nos valoramos, no nos permitimos disfrutar porque nos sentimos atados a viejas creencias, heridas y carencias, nuestro diálogo interior se contamina de pensamientos críticos, fatalistas, negativos, cargados de miedo, rabia, preocupación exagerada, que bajan el estado de consciencia y vibración. Nos desconectamos de nuestro ser, del sentir, no nos permitimos tener comprensión de nosotros mismos, de la vida y de los demás.
Sin esta compresión de la totalidad perdemos el rumbo, no sabemos a dónde vamos, nos perdemos de nosotros mismos en el mundo, viviendo vidas que no son nuestras, sufriendo por eso, muchas veces sin consciencia de por qué. Huimos de todo esto como manera de hacer que no existe, negarlo para no sufrir, pero la evasión nos lleva en poco tiempo a que nuestras dificultades se hagan cada vez más grandes, provoquen más dolor.
Toda esta situación nos causa inseguridad, miedo, angustia, ansiedad, nos desestabiliza, nos preocupamos obsesivamente, nos sentimos víctimas, nuestra mente se nubla, nos aleja cada vez más de nuestro ser, provoca fragmentación interior, generando contradicciones que a su vez provocan conflictos interiores, que si mantenemos en el tiempo nuestro cuerpo los transformará en síntomas.
Para superar cualquier situación que te traiga sufrimiento, que te incomode, que quieras cambiar porque ya no te sirve, eres tú que tiene que dar el primer paso, eres tú que tienes que tomar consciencia de ti mismo, de las experiencias que vives y de tu relación con los demás, comprender, aceptar, darle significado, deshacer los nudos que cargas, para poder decidir libremente como lo solucionas.
Reconstruye los puentes de comunicación con tu ser, lleva clareza y discernimiento a tu mente, para que pueda volver a ampliar la visión, que deje de aferrarse a la mirada sesgada, repetitiva, rígida que te trajo hasta aquí.
No dudes ni temas en caminar hacia lo que consideres necesario para tu crecimiento, para avanzar, para superarte. No entregues la responsabilidad de tus decisiones a otros por miedo u omisión, no temas correr riesgos, respetarte y respetar tus valores, si no lo haces eso terminará por esclavizarte a situaciones y ponerte en lugares que no quieres, que no te traen felicidad, al contrario terminan siendo situaciones incómodas por complacer a los demás.
Esto te dará la oportunidad de vivir experiencias diferentes y de descubrir tus talentos, tus potencialidades, tu luz, sentirte sostenido y fluyendo con la vida, desde el corazón, generando nuevos espacios de sanación, bienestar y armonía.
Paola Ostrowicz Fischman
Terapeuta energético y vibracional
www.somosarmonia.com
Somos Armonía