El miedo es una de las grandes barreras que construimos para protegernos del dolor que a veces nos provoca vivir, pero son esas barreras que nos separan día a día de la energía del amor.
Es el miedo que construimos en base a las experiencias, memorias, pensamientos, emociones, sentimientos, carencias, creencias y valores que aprendimos en el pasado, muchas de ellas en la infancia, que moldean nuestro presente y lo determinan.
Estas barreras las construimos para sentirnos seguros, para defendernos, pero al final es lo que nos termina poco a poco separando y desconectando de nosotros, del otro, de la vida, del todo, nos arrastra al malestar.
El miedo nos provoca todo tipo de malestar físico, mental, emocional y energético, nos bloquea, nos paraliza, nos angustia, nos enmaraña en la ansiedad, nos debilita, distorsiona nuestra percepción y visión de las cosas.
El miedo limita nuestra vida, nos aparta de vivir las experiencias del presente, crea falta de confianza en uno mismo y en la relación con el otro, con la vida.
Donde hay miedo es difícil que el amor florezca, porque donde habla la voz del miedo calla la del corazón.
Si el miedo ha invadido tu vida, el malestar interior te acompaña, tu calidad de vida desciende, para, respira, observa, acepta lo que está pasando, toma conciencia que tu puedes elegir cambiar de rumbo, busca ayuda, apoyo para superar la crisis y sanarte.
Escucha tu corazón, deja que te guíe por nuevos caminos que te lleven por paisajes de amor, confianza, bienestar y armonía.
Paola Ostrowicz Fischman
Terapeuta energético y vibracional
www.somosarmonia.com
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