Sabes que estás sufriendo, sientes el malestar en tu interior, pero no buscas ayuda y tu mundo interior se va destiñendo, perdiendo los colores día a día.
Tus relaciones no te satisfacen porque no tienes más ojos para ellas. Esta insatisfacción empieza por ti, lo que miras a través de ella se va distorsionando, creando interferencias, enredándote en laberintos de pensamientos, emociones y creencias que te van limitando, estrechando tu mirada. Te aíslas, te culpas, culpas a todos y a la vida.
Te levantas por la mañana ya sintiéndote derrotado, solo, sin salida, pero pasa un día más sin que hagas nada por ti.
Sabes lo que pasa? Tienes miedo de mirarte, de reconocerte, de perderte de ti mismo, pero es el temor y la angustia que te aleja a cada día de tu ser.
Sientes que si asumes la situación que te encuentras será la confirmación de que te has desmoronado y será para siempre. Imaginas que será como un pozo sin fondo que nunca terminas de caer, es que nuestra mente es capaz de contarnos un montón de historias de terror, lo peor que las creemos sin reflexionar.
A veces es tan grande el miedo a uno mismo, a lo que nos habita, a mirarnos de frente, aceptarnos, que preferimos seguir sufriendo en silencio, negar lo obvio, adiar nuevamente pedir ayuda y ayudarte. Cargar dentro todo este sufrimiento te deja sin energías, sin vitalidad, bloquea tu energía, te hace sentir vulnerable.
No permitas que tus situaciones interiores te impidan de disfrutar y vivir las experiencias. No condiciones tu existencia al dolor, no pierdas el ahora, en tu poder está dar el primer paso adelante. Deja de luchar, mejor fluye con la vida, desde el corazón, así descubrirás nuevas posibilidades, otras maneras de hacer, elevando tu estado de consciencia y vibración, transformando tu calidad de vida llevándote a espacios de sanación, bienestar y armonía.
Paola Ostrowicz Fischman
Terapeuta energético y vibracional
www.somosarmonia.com
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