El tiempo es una espiral que fluye, esto hace que aprendas por ciclos, que siempre te retornan aparentemente al mismo punto, pero no es el mismo lugar, así tienes la oportunidad de verlo de diferentes perspectivas, en otro punto de crecimiento, de madurez, de entendimiento, de conciencia.
Cada giro del espiral se hace en una escala más alta de vibración, más sutil, esa es la gracia del proceso, de cómo el sentido y significado cambia, se transforma, se profundiza, te lleva a otro lugar distinto.
Nada de lo que vivimos y aprendemos es en vano, sea para superarlo o para perfeccionarlo, cada energía tiene su momento, su porqué y su búsqueda de equilibrio, que no necesariamente de armonía.
La necesidad de vaciarse es igual y proporcional a la necesidad de llenarse, pero necesitamos llevar armonía, luz, coherencia para comprender y realizar este proceso sin que se transforme en confusión, en duda, en miedo, en angustia.
Cuando hablamos en vaciarnos, hablamos primero de comprender las experiencias y situaciones que vivimos , lo que sentimos, lo que pensamos, para saber que es aquello que no deseamos más, que no necesitamos, que se ha transformado en trastos viejos dentro nuestro y vibra, haciendo que las situaciones se repitan. Es entonces cuando nos damos cuenta que ya no necesariamente tenemos que alimentar con nuestra energía esto que nos pesa, nos hace daño, así nos desapegamos, lo soltamos.
Ahora que ya tienes espacio para transformar, crear, crecer, avanzar, es hora de soltar todo el potencial y los talentos que tienes, ya que la creatividad necesita vacío para desarrollarse.
No tengas miedo de la angustia que crea este vacío, este no lenguaje, el silencio interior, es de ahí que nace toda creación.
Todos somos energía, todos somos luz, pero cada uno deberá retirar las barreras que impiden a esa luz manifestarse, simplemente ser… Acuérdate que renacer, reinventarte, es un regalo que te haces a ti mismo.
Paola Ostrowicz Fischman
Terapeuta energético y vibracional
www.somosarmonia.com
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