Hace tanto tiempo que no escribo, en una época de mi vida escribía todas las semanas con desesperación para entregar mi artículo al periódico en el día y hora estipulado, a veces como si eso fuera todo lo que importaba, algo así como todo o nada.
Escribía en otro idioma, en otras circunstancias muy diferentes a las de hoy.
El momento es otro, los años pasaron y todo aquello que intuía sobre estos grandes cambios que se delineaban en mi consciencia, hoy son realidad.
Hablamos del año 1996, vivía en Brasil, ya era terapeuta, profesora, conferenciante y comentarista de la vida.
En esa época empezaba el gran renacimiento de la energía femenina. Y tuve la nítida intuición que todo cambiaría irremediablemente y que debía estar preparada para ese cambio.
Las espirales energéticas ya están en movimiento hace tiempo pero ahora ya es evidente. Poco a poco éstas se hacen visibles. ¿Cómo?
Me van a preguntar seguro, ¿ a dónde?. Dentro y fuera de nosotros simultáneamente. Cambios por todos lados, los vemos reflejados en nuestra realidad. Vemos como delante de nuestras narices viejos esquemas, prejuicios y estructuras de un sistema que ya no nos representa, nos queda apretado. Como dice Hermes Trimigesto, – Lo que está arriba, está abajo, lo que está dentro, está fuera. Traduciendo en palabras más claras, la realidad interior y exterior están mezcladas y cada uno es reflejo del otro, simple y complicado a la vez.
Todo lo que tenemos a nuestro alrededor es nuevo, vivimos de manera totalmente diferente que hace nada más que 30 años, con una tecnología totalmente diferente, intuitiva, que rompe paradigmas en nuestro cerebro y que todavía nos dan nudos mentales y estress. Empezamos a descubrir cómo estamos interconectados todos de diferentes maneras, en diferentes dimensiones y a veces no tan claras, pero perceptibles de alguna forma.
Parece que la palabra es cambio y conciencia. Ésto nos afecta en diferentes aspectos, es necesario ahora transformarse, armonizarse con estas nuevas circunstancias para encontrar nuevamente el equilibrio y el bienestar.
Toda la situación es estresante, nos sentimos quemados e infelices.
Un día nos despertamos y nos damos cuenta que estamos cansados, que dormimos pero que no descansamos, que estamos tensos y que hay que encarar un nuevo día, vamos como autómatas.
Puedes no escucharte y seguir adelante, quejarte, perder la alegría, el buen humor y con el tiempo la salud, o puedes ese día decidir escucharte y buscar nuevos caminos para renovarte, transformarte, renacer, reencontrar tu vitalidad, alegría y bienestar.
Esta es la época que vivimos plena de oportunidades, transformación y renacimiento, fluye, navega, usa las mareas a tu favor.