Todos tenemos intuición, o como quieras llamarlo, sabiduría interior, sexto sentido, presentimientos, presagios, pero sabes de qué hablamos en esencia, de lo que se trata. Algunas personas están más despiertas a esta realidad, otras duermen, o no creen y no confían en su intuición, aunque la experiencia termine demostrándoles lo contrario.

Llamamos intuición a la habilidad para conocer, comprender o percibir algo de manera clara e inmediata, sin la intervención de la razón. Es algo que sabes sin lugar a dudas, pero no tienes ni idea de dónde viene, o sabes que viene de otras capas de la consciencia diferentes a la mente consciente y racional.

Cuando tenemos un presentimiento, lo sentimos claramente, lo que nos confunde es que las capas de la consciencia, menos la mente racional, trabajan con otro tipo de lenguaje, muchas veces simbólico, que nos cuesta entender sino estamos preparados para eso. La intuición por lo general, nos proporciona paquetes de información, descifrarlos es nuestro trabajo, por eso muchos prefieren no creer por no comprender.

Los presagios, este saber ancestral, es algo que nos acompaña desde las cavernas, es lo que nos avisa de los peligros, puedes llamarlo en esta faceta instinto de sobrevivencia.

Si prestas atención a tu día a día, te darás cuenta que la intuición está presente en muchas situaciones cotidianas. Se manifiesta como esa sensación de que una persona no es sincera, o que debes estar atento, o que es mejor que no vayas a cierto lugar en cierto día. Delante de estas experiencias tenemos dos caminos a seguir: confiar lo que nos dice la intuición, o no confiar y ver con tus propios ojos. Si la conexión y la comprensión de tu ser es activa y fluida, difícilmente irá a fallar.

 

 

Permítete saber lo que sabes, sin importar como se llame y de donde viene toda esa sabiduría intuitiva que aflora desde tu interior. No todo es racionalidad en la vida, aunque así sería más previsible, cómodo, pero no es esa la realidad que vivimos.

Saber usar la intuición requiere aprender un nuevo conocimiento, un nuevo lenguaje, practicarlo y tiempo para apreciar los resultados.

Conocer cómo funciona para cada uno la intuición, aprender a escucharse, escucharla, sentirse, sentirla y fluir con ella, es parte de este aprendizaje. Saber diferenciar entre intuición y fantasías es muy importante para que puedas confiar en lo que vislumbras.

Sea que confíes o no en tu intuición, en tu sensibilidad de captar lo que no se dice, lo que no se ve, es parte de ti, es una de las maneras que tu alma tiene de expresarse, de comunicarse, de ponerte en contacto directo con tu ser, te protege, te muestra caminos más acordes con tus valores, con lo que realmente eres, trayéndote una nueva comprensión de las experiencias que vives, transformándote en el motor de tu bienestar y armonía.

 

 

Paola Ostrowicz Fischman

Terapeuta energético y vibracional

www.somosarmonia.com

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