¿Cuántas etiquetas cargas? ¿Son muchas las que te han puesto? ¿Y las que te pusiste tú solo?
Como ves son tantas etiquetas, que pesan un montón, nos condiciona, limita nuestro día a día, esto hace que nos cueste avanzar hacia dónde queremos.
Desde pequeños escuchamos que somos esto y lo otro, esas palabras se van interiorizando, guardando y haciendo su efecto silenciosamente en nuestro interior.
Con el pasar del tiempo nuestra casa interior se ve invadida por un montón de mensajes, que se transforman en realidades.
Estos mensajes los transformamos en nuestro diálogo interior, en algo personal y lo creemos como verdad. Todo esto hace parte de como vibramos energéticamente, también se forman bloqueos energéticos. Estos bloqueos aparecen cuando entramos en conflicto con lo que realmente somos, nuestra esencia, eso genera una incoherencia energética.
La incoherencia energética genera bloqueos, que los sentiremos como dificultades, parálisis, desconexión emocional, aceleración mental, sufrimiento, dolor, falta de vitalidad.
Nuestra energía no es algo separado de nuestras emociones, pensamientos, sentimientos, somos seres completos, holísticos, todo en nosotros está interconectado, somos mucho más que seres biológicos.
Cada vez que te cuelgas una etiqueta o le cuelgas una a otra persona, haces que se reduzca tu estado de consciencia, te alejes de tu esencia, pierdas la conexión contigo mismo, con el otro, con la vida, inevitablemente tu vibración bajará y el malestar de alguna manera se hará presente en tu cotidiano.
Cada etiqueta que cargamos y nos hiere interiormente, nos deja una marca emocional, aunque no lo recordemos sigue vibrando energéticamente, actuando en nuestro inconsciente.
Todos podemos aprender a desaprender todo aquello que nos hace daño, que ya no nos es útil al momento presente. Pero solo podremos hacerlo siendo conscientes de que es lo que desaprendemos, por qué y para qué.
Cada etiqueta que te quitas das espacio a que florezca algo nuevo en tu interior, te libera de la esclavitud emocional que te supone anclarte en un lugar que ya no es tuyo, que te hace daño.
Cuando decides liberarte de todo ese peso, empiezas a mirar más allá de tus miedos, de tus carencias y fragilidades.
Abre tu mente y tu corazón a comprender tu dolor, no tengas miedo del camino de la sanación, solo así podrás entender y elaborar lo que sientes, darle significado, para poder soltarlo de una vez, ampliando tus horizontes, elevando tu estado de consciencia y vibración, generando tu propio bienestar y la armonía que deseas.
Paola Ostrowicz Fischman
Terapeuta energético y vibracional
www.somosarmonia.com
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