Todos estamos cansados de escuchar y decir estoy estresad@, el trabajo me estresa y otro montón de comentarios al respecto; pero no paramos a pensar o no tenemos el conocimiento necesario para entender qué significa realmente sufrir estrés en nuestra vida y cómo nos resta calidad de vida.
El estrés es un mecanismo natural que tenemos todos para sobrevivir al peligro y a las contingencias que tengan que ver con protegernos. Por ser un sistema de protección general engloba no sólo nuestro cuerpo físico sino todos los cuerpos energéticos: físico, emocional, mental y espiritual. En cada cuerpo energético se manifiesta de distintas maneras con síntomas muchas veces que se confunden con otras cosas. Por lo general demoramos algún tiempo en tomar conciencia de lo que nos pasa, pensamos que con dormir un poco más se soluciona. Vamos perdiendo fuerza, alegría, bienestar, paz interior, descansamos mal, entramos en este círculo vicioso y cuando nos damos cuenta ya acumulamos pérdidas significativas de bienestar, salud, de armonía, nuestras relaciones se ven afectadas lo que termina de hacer tambalear. Con suerte pasa algo que nos hace tomar conciencia, otras veces nos enfermamos.
Lo primero que empezamos a sentir es como está comprometido el bienestar físico, eso es el aspecto más conocido, como tus sistemas físicos se resienten, pero a veces no nos damos cuenta de cómo están nuestros pensamientos y emociones. Los pensamientos negativos son reiterativos, te provocan sensaciones desagradables, alteran tu estado de ánimo. Tu autoestima desciende, empiezas a no creerte capaz de salir adelante. Al final todas las áreas de tu vida se resienten y se ven afectadas. La falta de equilibrio del sistema nervioso, la segregación de neurotransmisores y hormonas baja en picado. Poco a poco sientes que pierdes la chispa, las ganas de vivir, se instala el desánimo.
La medicina complementaria y las terapias energéticas estudian, utilizan y renuevan constantemente sus conocimientos para adaptarse a los grandes cambios de vida que hemos sufrido que hace que el estrés sea uno de los grandes males de nuestros tiempos. La cantidad de estímulos, información y velocidad de lo que nos rodea hace que estemos en permanente estado de alerta contra el peligro, genera confusión mental y emocional lo que provoca bloqueos energéticos, pérdida de energía, rupturas en el campo bioenergético y otros problemas. Cuanto antes superes este desequilibrio generalizado menos huellas dejará, más rápido puedes recuperarte y superarar esta etapa.
Cuando se trabaja con terapias de medicina complementaria se toma al ser como un todo, un ser completo, único, se personaliza siempre un tratamiento adecuado a sus necesidades y características. La combinación de técnicas, la realización de los objetivos que se desean, la manera de llevar un tratamiento individualizado es importante para el éxito del acompañamiento.
La primera parte de un tratamiento energético es el estado emergencial, los síntomas más incómodos y empezar a restaurar la calidad de vida. Limpiar, desintoxicar, regenerar, reprogramar y armonizar es la primera parte de un tratamiento efectivo para detener el proceso del estrés.
En un segundo momento es muy importante el conocimiento de la propia energía, qué hace que mi sistema dispare las alarmas, dar herramientas para volver a reencontrar la armonía interior nuevamente. Esto se realiza por medio de ejercicios, meditaciones, visualizaciones que den recursos para estar en el control de tu vida y que encuentres el camino a tu armonía, bienestar y salud que quieres.
Para que entiendas la fisiología del estrés tienes esta presentación que lo explica de manera sencilla, espero que te guste y te sea útil.
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