En los últimos tiempos veo a las personas en general tratando de sobrevivir a las diferentes crisis que nos están aquejando. Crisis económica, política, de sistema económico, de salud, de educación, de sustentabilidad y nuestro paradigma como civilización occidental que se tambalea.
Esto nos crea una sensación de incertidumbre y miedo que nos va invadiendo poco a poco sin ser perceptible en un principio como algo que va penetrando. Somos llevados lentamente a en algún momento empezar a hacernos preguntas, tener dudas, frustraciones, a sufrir los cambios que todas estas crisis nos impone, sentir miedo, incertidumbre, desasosiego.
Las situaciones se van sucediendo, tus pensamientos cambian drásticamente, empiezan a estar acelerados, giran en tu cabeza sobre los mismos asuntos y alimentan otros cada vez más negativos, empiezas a cambiar tu frecuencia energética. Te invaden sensaciones y emociones que empiezan a cambiar y alterar tu humor y vitalidad. Esto son solo los detonantes para que afloren aquellas cosas que fuimos negando, guardando hasta de ti mismo muchas veces. Entran en nuestra historia personal, nuestras características, en la parte que nos hace únicos.
En ese momento la incomodidad está instaurada dentro de nosotros y se va a reflejar en muchos aspectos de nuestra vida. Ya nos empezamos a deslizar por la noche oscura del alma.
Las cosas se empiezan a poner confusas y complejas. Nos sentimos solos, abandonados, que no nos entienden, se mezclan los pensamientos y las emociones en remolinos donde nos vamos hundiendo y sintiéndonos cada vez peor.
La primera etapa de este proceso es negar lo que está pasando por miedo, vergüenza y falta de confianza en uno mismo. Queremos pensar que no está ahí, hacemos que no lo vemos.
Las relaciones se deterioran, el cuerpo padece, se desequilibran varios sistemas, lo cual hace que también te sientas peor físicamente, se forma un círculo vicioso que se retroalimenta.
Cuanto tiempo pasarás en esta situación solo depende de ti, del tiempo que demores en tomar conciencia de tu poder y de las herramientas con las que ya cuentas. El problema es que sentimos que perdimos la conexión con nosotros mismos, esa conexión, ese vehículo es lo que llamamos alma que nos conecta con nuestro yo interior, nuestro “yo soy” nuestro espíritu. La noche oscura del alma es ese momento que nos sentimos perdidos hasta de nosotros mismos. Es tan fuerte esta desconexión que aunque las personas que sabemos que nos aman tratan de ayudarnos, no llegan a nosotros. Nuestra visión y globalidad se pierden, nos sentimos como ciegos. Nuestras viejas estructuras y creencias empiezan a caerse.
En realidad todo este proceso de crisis existencial es propio del proceso de despertar de la consciencia que va iluminando las sombras por eso nos vamos deparando con ellas para integrarlas a la luz, a la conciencia.
Pero siempre después de lo más negro de la noche llega el despertar del amanecer, en algún momento algo vencerá la oscuridad y hará que tu alma despierte, puede ser solo un instante que lo cambia todo, te das cuenta que va a amanecer y que tienes que encontrar fuerzas dentro tuyo para dar el primer paso. Tendrás que entregarte al camino y eso solo lo podrás hacer desde el corazón.
Venimos programados para la supervivencia en todas las áreas de nuestra vida, por eso los cambios nos dan miedo, nos traen tanta inseguridad, nos paralizan. Pero también llevamos otros programas impresos como el de la superación, la resiliencia, la empatía, la búsqueda de la felicidad. Son esos recursos con los que cuentas para caminar con el amanecer y dar tus primeros pasos en esta nueva etapa.
Decidas hacer este camino solo o acompañado recuerda que tú tienes que caminarlo, nadie lo caminará por ti. Tus pensamientos, tus emociones, tus decisiones, tus actitudes y tus acciones son tu responsabilidad, pero eso hace que la superación dependa de ti.
Abre tu conciencia, cambia tu mirada y verás como cambia el paisaje.
Transitar los caminos de la armonía, bienestar y felicidad está en tu alma, conéctate a ella y te llevará a donde tienes que ir en el momento preciso, confía en ella. Confía en ti.
Paola Ostrowicz Fischman
Para que completar esta reflexión les dejo este video.
Podemos acompañarte en este proceso a través de nuestro programa vitalidad. Por supuesto estamos a tu disposición para cualquier duda que tengas a través del formulario de contacto de nuestra web. Si te ha gustado este artículo te agradecemos si lo compartes en tus redes sociales o nos dejas tus comentarios a pie de blog. Nada más positivo que saber cuáles son tus inquietudes, que te interesa saber o como podemos ayudarte y así mejorar nuestros contenidos y el servicio que prestamos.
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